La construcción de naves industriales en zonas estratégicas es elemental para el desarrollo socioeconómico mundial. En México, por ejemplo, su presencia en las regiones del norte y centro-occidente es fundamental para impulsar sectores esenciales, generar empleos y atraer nuevas inversiones. Asimismo, gracias a los aproximadamente 463 parques industriales distribuidos en ubicaciones clave —como Baja California, Nuevo León y el Estado de México— se garantiza el abasto de productos básicos tanto a los pequeños municipios como a las grandes metrópolis.

De acuerdo con Jorge Ávalos, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), para 2030, el espacio industrial alcanzará los 150 millones de metros cuadrados en todo el país. Sin embargo, junto con esta promesa de crecimiento, surgen dudas y desafíos: ¿en dónde deben construirse las nuevas naves para asegurar su éxito comercial?
Errores comunes en la construcción de naves industriales en zonas estratégicas
Algunos de los empresarios e inversionistas que incursionan en el ramo de la construcción ignoran los criterios arquitectónicos e ingenieriles que determinan la funcionalidad, seguridad y durabilidad de un proyecto, entre ellos, la ubicación. Este factor determina el diseño, los materiales y las técnicas para construir una nave, es decir, es uno de los pilares del proyecto ejecutivo arquitectónico. Por eso, para la construcción de naves industriales en zonas estratégicas, es crucial evitar los tres errores típicos:
1. Ignorar el uso de suelo
El uso de suelo regula los terrenos según las actividades permitidas dentro de ellos. Esta clasificación establece qué tipo de inmuebles pueden edificarse en una zona, a fin de promover el desarrollo urbano y rural sin afectar a la población ni al medio ambiente. Por eso, antes de adquirir un lote, es fundamental verificar que su uso de suelo permita construir una nave industrial. De lo contrario, el proyecto puede enfrentar sanciones como multas y clausuras, sin mencionar los riesgos sociales y sanitarios que puede generar.
Si bien el uso de suelo puede cambiarse mediante una solicitud a las autoridades municipales y estatales, considera que éste se definió parcialmente a partir de lo que rodea al lote (viviendas, escuelas, hospitales, etc.) y con base en las características propias del terreno, como la dimensión, las líneas de nivel, la estabilidad y el nivel freático. Por lo tanto, modificarlo puede ser extremadamente complicado, y en algunos casos, imposible.
2. Comprar sin analizar
Sobra decirlo: adquirir un terreno representa una inyección de capital gigante. ¿Imaginas que, luego de comprar el tuyo, descubras que no es compatible con tus metas? Esto puede pasar, y no sólo por un uso de suelo que te impida construir tu proyecto. Factores como el acceso a servicios básicos y las condiciones meteorológicas de la zona pueden aumentar significativamente los gastos en construcción y mantenimiento. Del mismo modo, un lote alejado de vías de comunicación, centros de distribución y servicios complementarios indudablemente dificultará el diseño de una nave industrial eficiente.

3. Poca previsión del desarrollo
La construcción de naves industriales en zonas estratégicas debe hacerse mirando hacia el futuro. En este sentido, elegir un buen terreno implica evaluar su potencial para la expansión del proyecto. ¿El lote permitirá ampliar la nave en unos años? ¿Las características del terreno permitirán añadir posteriormente bodegas aledañas, áreas verdes, cajones de estacionamiento o zonas recreativas?
Adquirir un terreno debidamente ubicado no sólo respalda el crecimiento de un parque industrial, sino que evita problemas a corto y largo plazo. En primer lugar, porque la cercanía a zonas urbanas facilita la participación de personal especializado en la construcción, así como el acceso de herramientas, maquinaria y otros insumos básicos. Por otra parte, problemas como la congestión vial, la inseguridad o los asentamientos urbanos pueden complicar las operaciones de la empresa inquilina y mermar la calidad de vida de sus empleados. En los peores casos, las complicaciones escalan a tal grado, que las empresas se ven forzadas a reubicarse, percibiendo con ello importantes pérdidas económicas.
Construcción de naves industriales en zonas estratégicas: hazlo con inteligencia
La construcción de naves industriales en zonas estratégicas es una tarea de gran importancia, pero de una tremenda complejidad en cuanto a planificación, diseño y ejecución. Si bien elegir la ubicación apropiada es parte esencial del proceso, este paso representa apenas el comienzo. La realización del proyecto requiere de precisión y atención a factores como la ergonomía, la funcionalidad, el impacto estético y los requerimientos normativos. Sólo mediante una colaboración integral y especializada es posible construir estructuras basadas en solidez, sostenibilidad y eficiencia: las naves industriales que sostendrán el comercio y la industria durante las siguientes décadas.

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